México, DF. El presidente Enrique Peña Nieto presenta este medio día, en Palacio Nacional, un plan anticrisis en materia de seguridad y justicia. Según la información previa, confirmada por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los elementos sustanciales de la propuesta presidencial es elevar a nivel nacional la estructura del mando único policial.
La presidencia de la República hizo una amplia convocatoria para este encuentro, tanto a funcionarios de los tres niveles de gobierno como a legisladores, jueces y miembros de la sociedad civil.
La apuesta anticrisis se dará a conocer hoy, dos meses después de la desaparición de 43 estudiantes, en Guerrero, en hechos calificados por la autoridad federal como un claro caso de desaparición forzada.
El gobierno federal advierte que se requieren cambios de fondo, por lo que ha expuesto en el gabinete de seguridad la necesidad de proponer una reforma constitucional para enfrentar la debilidad de las corporaciones estatales y municipales.
Este intento ahora de la administración de Peña Nieto no es el primero que ha emprendido el estado mexicano para tratar de remediar la inoperancia que ha tenido para enfrentar el creciente problema de inseguridad y violencia que ha caracterizado al país en lo que va del siglo. Sucesivas reformas legales y constitucionales, así como acuerdos entre la federación y los gobiernos estatales forman parte de las frustradas acciones en este renglón.
En agosto de 2008, luego de dos años de haber iniciado su estrategia de militarizar el combate a la violencia del crimen organizado, el presidente Felipe Calderón impulso el denominado Acuerdo Nacional por la Seguridad, Justicia y Legalidad que se firmaría igualmente en Palacio Nacional. Durante esa ceremonia se recibieron duras críticas de organizaciones ciudadanas expresando su hartazgo por la inoperancia en materia de seguridad que habían tenido los gobiernos.
Dos añriados después de haberse firmado el mencionado acuerdo, de nueva cuenta un nuevo movimiento, el de Paz con Justicia y Dignidad se lanzaba a las acalles para protestar por la guerra contra el narcotráfico, que sólo había dejado miles de muertos y desaparecidos sin frenar la violencia que enfrentaba el país en esa administración.
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