(21 de noviembre, 2014).- Un hombre en silla de ruedas mueve su asiento lo más que puede; frente a él, decenas de estudiantes gritan: ¡el que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña! Metros adelante, un niño exhausto sostiene una pancarta alusiva al estudiante desollado el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero: “César, yo soy tu rostro”.
Al igual que ellos, miles de manifestantes marcharon ayer movidos por la indignación. Pese a que el tema central de la protesta era la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los carteles y consignas hacían referencia a problemas añejos y profundos: la desigualdad, la pobreza, la injusticia.
En el centro del país una petición, que hace dos años se había escuchado en el mismo sitio, volvió a oírse: ¡Fuera peña!
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