El presidente Enrique Peña Nieto salió en defensa del Ejército Mexicano y de las instituciones y aseveró que si bien ‘‘México está dolido, el único camino para aliviar ese dolor es el de la paz y la justicia’’.
Ante los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, su gabinete legal y ampliado y los altos mandos de las fuerzas armadas, el Ejecutivo federal sostuvo que ‘‘lo que los mexicanos demandan es que la ley se cumpla y que se privilegie el orden’’, además de avanzar hacia mejores condiciones de vida.
Al encabezar ayer la ceremonia de reconocimientos y ascensos de elementos de las fuerzas armadas, Peña Nieto descalificó a quienes atentan contra las instituciones, tras señalar que en un Estado democrático como el nuestro ‘‘es inaceptable la violencia, cualquiera que sea su origen. ¡Los mexicanos decimos no a la violencia. Sociedad y gobierno rechazamos categóricamente cualquier intento por provocarla o alentarla!’’
Señaló que ‘‘bajo ninguna circunstancia puede ponerse en duda la lealtad, nobleza y vocación de servicio de las fuerzas armadas’’, y en clara alusión a las críticas a los militares por su responsabilidad en la muerte de 22 civiles en Tlatlaya, estado de México, aseguró que en una institución con la grandeza del Ejército, el trabajo de más de 212 mil soldados no debe calificarse a partir de los contados elementos que pudieron haberse alejado de sus principios y mística de servicio’’.
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