21 de noviembre, 2014).- Miles de estudiantes y profesores ya se aglutinaban en la histórica Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco treinta minutos antes de las 18:00 horas. El Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra custodiaba a algunos de los padres de los normalistas desaparecidos en el municipio de Iguala, Guerrero, el pasado 26 de septiembre.
Tras la imagen de Emiliano Zapata que portaban con machete en mano los habitantes de Atenco, resonaban el Huelum, Goyas o “Dignas” de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la caravana Julio César Mondragón Fuentes partía de manera multitudinaria con destino al Zócalo, algunos de los contingentes, no lograrían llegar a su destino; la principal plaza del país estaba abarrotada.
“La dimensión de esta marcha es enorme, somos los necesarios y nos convocamos solos. No nos está convocando ninguna coordinación política o una cabeza visible, esto está sucediendo en el Distrito Federal pero sucede en muchas más ciudades del país”, narró con asombro Armando Bartra en entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO.
Acompañado del contingente de estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, el docente coreaba las consignas y contaba del uno al cuarenta y tres para después clamar justicia.
“Esta [marcha] es del tamaño que se necesita, primero para que el crimen no quede impune y se esclarezca en definitiva, y de ser posible que aparezcan los estudiantes; pero también para que los agravios que no son sólo del crimen de Iguala -sino que son muchos otros- se los cobremos a esta administración”, insistió Bartra.
Y es que la Caravana Julio César Mondragón avanzó durante más de dos horas sobre Avenida Eje Central; sus estudiantes incluso llegaron a una plancha capitalina que había sido abandonada ya por sus oradores; la magnitud de la misma impidió que se pudiera esperar a que el último entrara, decenas de miles de estudiantes conformaban una escena histórica que a decir de los presentes, no se había visto en décadas.
“Una movilización ciudadana de este tipo, insisto, sin liderazgos y sin cabezas visibles no tiene precedentes en la historia de México y ahora tenemos que ver cómo manejamos esta energía social, cómo cada uno de nosotros ve la manera de ser más efectivo en este cambio”, sostuvo el académico universitario.
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