(19 de noviembre, 2014).- En medio de las protestas ciudadanas por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, los integrantes de la prensa han resultado afectados por elementos de seguridad, como quedó demostrado el pasado 11 de noviembre en Chilpancingo, Guerrero, donde por lo menos siete periodistas fueron agredidos frente a la sede local del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
De acuerdo a la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) las agresiones ocurrieron cuando los reporteros cubrían el desalojo de los manifestantes que previamente habían incendiado las oficinas priístas.
Uno de los afectados fue Carlos Navarrete Romero, del periódico El Sur de Acapulco, a quien los policiales locales golpearon a pesar de haberse identificado como integrante de la prensa, sin contar la pedrada que recibió.
Otros como los fotoperiodistas Sebastián Luna, del rotativo Vértice, Anwar Delgado Peralta, de El Universal, y Jesús Eduardo Guerrero Ramírez, de la Agence France Prensa (AFP) también resultaron golpeados, misma suerte que corrieron los periodistas Rosario García, de El Financiero, José Antonio Belmont y Alejandro Cardona, de Milenio Diario.
Por ello, el 12 de noviembre diversos periodistas de medios locales y extranjeros se manifestaron frente al palacio municipal de Chilpancingo para exigir un alto a las agresiones contra la prensa, protesta que esperan cause eco, pues de acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 89 por ciento de los ataques contra periodistas se mantienen impunes.
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