Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– Las organizaciones Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México PIAI-IBERO [Universidad Iberoamericana] exigieron que se aclaren los dos atentados que sufrió la caravana de 130 yaquis que se dirigía hacia el Distrito Federal para reunirse con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) Juan José Guerra Abud, como parte de su lucha por detener la operación del Acueducto Independencia en Sonora.
“Exigimos que se realicen las investigaciones correspondientes al motivo del ataque [perpetuado en Michoacán] y quién la ordenó. Y que las autoridades mexicanas garanticen la integridad de la Tribu Yaqui, para que la misma pueda llevar a cabo sus actividades en condiciones de seguridad, tanto en su estadía en la Ciudad de México, como en el trayecto de su regreso a Vícam [uno de los ocho pueblos yaquis]”, dijeron las organizaciones a través de un comunicado conjunto.
La Caravana partió de Sonora el miércoles 6 de agosto rumbo a la Ciudad de México para reunirse con senadores, autoridades federales y colectivos de artistas entre el 8 y 9 de agosto, en el marco de la defensa de su derecho al agua que libran desde 2010 con el Gobierno de Sonora, encabezado por el panista Guillermo Padrés Elías.
El pasado jueves la caravana de la tribu sufrió un primer atentado a las 16:00 horas cerca de La Piedad, Michoacán, donde tres autobuses conducidos por jóvenes realizaron una maniobra para sacar de la carretera a un autobús de la caravana, de los cuales uno fue identificado como unidad de la empresa FYPSA con número 1108.
El segundo atentado ocurrió alrededor de las 19:00 horas cerca de la caseta de Tanhuato, Michoacán, cuando el autobús de la caravana donde viajaba el gobernador de Vícam, su gabinete y tropa fue embestido en dos ocasiones en un costado.
“Frenando en seco, y posteriormente cerrado el paso en otras dos ocasiones por el mismo autobús de la línea FYPSA con número 1108. Más adelante en el trayecto, alrededor de las 20:00 horas la caravana se encontró con los autobuses agresores, y con el peligro de recibir un nuevo ataque. La Tribu Yaqui decidió detenerlos en flagrancia, entregarlos a la policía federal”, explica el comunicado.
Las agresiones se dieron en medio de una serie de denuncias de activistas y de los yaquis sobre una campaña de odio fraguada desde el gobierno sonorense en contra de la tribu, así como de una persecución en contra de sus principales voceros, Mario Luna Romero y Tomás Rojo Valencia.
Hace unos días, Mario Luna declaró que la presencia de las autoridades tradicionales de los ocho pueblos yaquis en Distrito Federal es para exigir que se cierre el Acueducto Independencia y se cumpla con la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Luna, quien se encuentra autoexiliado de su natal Vícam, informó que la tribu cumplió con lo que estableció la Suprema Corte en 2013 cuando llegó a la conclusión de que fueron violados los derechos humanos y a la Consulta y condicionó detener la operación del acueducto, si se comprobaba que hubo daños irreparables a la etnia.
“Venimos hasta esta ciudad los niños, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos yaquis, para hacernos escuchar, porque estamos seguros que lo que sucede en nuestras tierras es una violación a nuestros derechos, que no es posible que el gobernador Padrés, continúe con su necedad de quitarnos el agua con obras como el Acueducto Independencia”, dijo Tomas Rojo.
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