(08 de julio, 2014).- La posible implementación de las normas 30 y 31 para el ordenamiento de la vivienda popular y media en la Ciudad de México, respectivamente, llevarían a la ejecución de “una política neoliberal a través del desarrollo urbano descontrolado en la cual el Gobierno empieza a vender la ciudad en pedacitos y a regalar incentivos a particulares para que este mismo desarrollo urbano vaya desplazando a la población originaria del Distrito Federal”.
Así lo aseguraron esta mañana la agrupación #VecinosUnidos conformada recientemente por miembros de pueblos, barrios, colonias, asociaciones y comités ciudadanos, que a decir de los mismos, se encuentran preocupados por la presunta imposición de las Normas 30 y 31 por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y el gobierno de Miguel Ángel Mancera, “con el posible aval de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.
Para los habitantes de las 673 colonias del Distrito Federal, las nuevas normas en materia de ordenamiento de la vivienda en la ciudad se crean para favorecer “sin cortapisas” a las empresas inmobiliarias que ante la nula planificación previa, se han convertido en un peligro para el desarrollo sustentable en materia de agua, drenaje, transporte, movilidad, contaminación y el futuro general de la Ciudad de México.
“Las Normas 30 y 31 representarán la formalización de los contratos más grandes que se hayan visto en materia urbana entre un gobierno y el sector inmobiliario. En los hechos representará desplazar a millones de capitalinos, vía el impuesto predial, y la agresión impune del sector inmobiliario, a quienes actualmente vivimos y nos desarrollamos en el Distrito Federal” señalaron este martes en conferencia de prensa.
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