MÉXICO, D.F. (apro).- El bullying en las aulas no tiene freno y sus expresiones van desde la intimidación o agresión verbal entre alumnos, hasta la posesión y consumo de drogas, lesiones físicas y actos de vandalismo, lo que coloca a México como el país con la tasa más alta de acoso escolar entre las 34 naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Y esa situación no es cosa menor, ya que de acuerdo con la Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés), tres de cada 10 profesores de secundaria señaló que por lo menor una vez a la semana atestiguan intimidaciones o agresiones verbales entre sus educandos.
Eso no es todo, 10% de los maestros confesó que cada semana presencia que los alumnos usan o llevan drogas o alcohol al centro de estudios.
La TALIS fue aplicada a más de 100 mil docentes y directores de secundaria, seleccionados al azar y provenientes de más de 6 mil 500 planteles del país y hoy fue presentada en las instalaciones del Museo Interactivo de Economía (MIDE).
Más allá de los datos, la violencia entre los menores de edad parece no tener límites. El miércoles 11, un estudiante de nueve años y que cursa el tercer grado de primaria –cuyo nombre se mantiene en reserva– fue abusado sexualmente por sus propios compañeros en una comunidad de Coahuila.
No es el único caso, ya que en mayo un estudiante de secundaria falleció a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico luego de que cuatro compañeros lo tomaron de pies y manos y lo arrojaron contra la pared, acción conocida como “el columpio”.
Al caer, el niño se golpeó la cabeza y poco tiempo después le fue declarada la muerte cerebral.
Dirk van Damme, jefe de la división de Innovación y Medición del Progreso de la OCDE, afirmó que “nunca de lo que sucede en la sociedad se queda fuera del aula”.
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