TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., (proceso.com.mx).- Al menos 300 indígenas tzotziles del municipio de Chenalhó huyeron de su comunidad para evitar ser agredidos por sus vecinos de Chalchihuitán.
Los desplazados, originarios del poblado Majón Pepentik, se refugiaron en la comunidad Fracción Polhó, después de que la mañana del domingo varias personas dispararon armas de fuego. Entre los desplazados se encuentran bebés y mujeres embarazadas.
Los desplazados explicaron que salieron de sus casas con lo que tenían puesto en ese momento. Carecen de alimentos, ropa, vivienda y utensilios de cocina.
Miguel Pérez Ruiz, agente auxiliar de Majon Pepentik, mencionó que los desplazados han recibido ayuda del gobierno municipal de Chenalhó, pero ha sido insuficiente, por lo que hizo un llamado a la administración estatal para atender esta emergencia.
De acuerdo con la versión de los desplazados, quienes les dispararon son originarios de Chalchihuitán, entre ellos señalan a Javier Luna Girón, Ausencio Pérez Paciencia, David Pérez Gómez, Antonio Luna Díaz, este último agente auxiliar de la comunidad Ch’emut, además de Samuel Luna Girón, de la comunidad K’analumtik.
José Arias Vázquez, presidente municipal de Chenalhó, advirtió que los desplazados necesitan cobertores, ropa, alimentos, medicamentos, pero lo más urgente es que regresen a su casa con todas las garantías de seguridad.
Los comuneros de Chenalhó enfrentan una disputa agraria con los comuneros de Chalchihuitán por 800 hectáreas de tierras desde 1973 por una mala resolución de la entonces Secretaría de la Reforma Agraria (SRA).
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