MÉXICO, D.F. (apro).- Desde que Felipe Calderón inició la “guerra contra las drogas” en 2007, cada vez que se incrementa la desigualdad en los ingresos de la población en los municipios mexicanos, crece la tasa de homicidios, reveló un reporte del Banco Mundial.
Para realizar su reporte, el organismo mundial se basó en el “coeficiente de Gini”, que desciende de uno a cero y mide la distribución de los recursos entre la población. Por ejemplo, en un país imaginario, donde el coeficiente de Gini es uno, sólo una persona acapararía toda la riqueza. Por el contrario, en un país con un coeficiente de Gini de cero, todos los habitantes tendrían ingresos idénticos.
Con esta base, según el documento difundido el 1° de junio y titulado “Desigualdad de Ingresos y Crimen Violento, Evidencia desde la Guerra contra las Drogas de México”, hasta 2005 el incremento del coeficiente de Gini no conllevaba una mayor tasa de criminalidad en los municipios del país.
Los economistas que redactaron el informe explican que el incremento de la tasa de criminalidad en un municipio fomenta la migración de la población más rica.
Al irse los más ricos, se quedan los hogares menos adinerados, lo que reduce la tasa de desigualdad. Por lo tanto, los municipios pobres, pero cuyos habitantes obtienen ingresos homogéneos, tienden a sufrir de mayores índices de criminalidad.
Además, los municipios donde los ingresos son los más desiguales no son necesariamente los más afectados por el crimen, anota el reporte, ya que la clase rica dedica mayores recursos hacia fuerzas policiacas y seguridad privada.
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