(17 de septiembre, 2014).- El ex presidente Felipe Calderón reconoció en una entrevista –en días pasados– que durante su gestión “hubo abusos por parte de las Fuerzas Armadas hacia la población civil”, pero que estos casos “fueron la excepción y no la regla”. Los hechos a los que hace mención Calderón son en el contexto de la “Guerra contra el narcotráfico”, la cual fue bandera en su sexenio.
Para Calderón, las Fuerzas Armadas fueron su principal atención durante su primer mes como presidente: desde su primer día como mandatario (1 de diciembre de 2006) y hasta el 4 de enero de 2007, Felipe Calderón presidió 18 actos relacionados con el Ejército, la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Calderón empezó el 2007 vistiendo el uniforme de comandante supremo de las Fuerzas Armadas en el campo militar de Apatzingán, Michoacán, como si fuese miembro del Ejército. Habló ese 3 de enero en “nombre de todos los hombres y mujeres de México”, reconociendo la labor de las fuerzas castrenses.
En uno de esos primeros actos relacionados con las fuerzas Armadas, Calderón reunió a los presidentes de las comisiones de Defensa y Marina de la Cámara de Diputados para anunciarles un aumento salarial a los soldados; en aquel momento, del salario de los militares, que se incrementaría de 3 mil 865 pesos a 4 mil 600, en la misma proporción el de los marinos, los cuales ganaban 3 mil 897 pesos. Bajo esta lógica, en el primer año de Calderón como presidente, los elementos castrenses desplegados por el territorio nacional –en operaciones de protección y vigilancia del territorio y espacio aéreo, pasaron de 37 mil elementos (en 2006) a 45 mil.
Con el incremento de las Fuerzas Armadas en territorio nacional, haciendo labores de vigilancia, los números de abusos en contra de la población civil se incrementaron notoriamente. Amnistía Internacional (AI), en 2013, dio a conocer en un informe sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, que en México “miembros del Ejército, la Marina y la policía municipal, estatal y federal fueron responsables de violaciones de derechos humanos graves y generalizadas cometidas en el contexto de la lucha contra la delincuencia y acciones realizadas en connivencia con bandas delictivas”.
Para seguir leyendo, aquí: Revolución 3.0
Sé parte de la conversación