Durante la conferencia se presentó el estudio “Desigualdad y Cambio del Sistema Alimentario: Implicaciones para la política pública y seguridad alimentaria”, en el cual, Andrew Guinn y Danny Hamrick, académicos de la Universidad de Carolina del Norte, presentan análisis comparativos entre los sistemas alimentarios de México, Brasil, India y Sudáfrica.
Las organizaciones presentes hicieron un llamado de alerta sobre la crisis del sistema alimentario que vive el país, ya que advirtieron, además de la dependencia de alimentos del exterior, no existen políticas de Estado que logren garantizar alimentos suficientes y de calidad para los mexicanos.
El estudio fue elaborado como parte del proyecto “Empoderamiento de Redes Organizaciones de la Sociedad Civil en un mundo multipolar y desigual”, financiado por la Unión Europea, aunado al lanzamiento de la investigación comparativa por parte de la organización campesina El Barzón.
En este marco, Beatriz Olivera, directora de la campaña CRECE de Oxfam para Latinoamérica y el Caribe, denunció que si bien México se encuentra entre las 20 mayores economías del mundo, 1 de cada 4 mexicanos experimenta hambre y el 18.2 por ciento de la población se encuentra en pobreza alimentaria.
“En México hoy necesitamos menos ‘cruzadas’ y más políticas serias de Estado contra el hambre; políticas de fondo y con fondos, que garanticen el acceso a alimentos suficientes y de calidad para todos”, añadió.
Y es que de acuerdo al análisis, los programas en México como “Oportunidades”, reproduce la desigualdad de género donde se enfatiza el papel de las mujeres como “cuidadoras” y madres, mientras deja de lado su papel dentro de la agricultura.
“Es urgente para México impulsar un cambio radical en el modelo agropecuario hacia un modelo sustentable que permita erradicar el hambre […] El campo mexicano necesita un cambio productivo ahora mismo; urge reactivarlo, dando prioridad a la recuperación del potencial productivo de granos básicos para asegurar la alimentación de calidad en el país”, aseguro Oliveira.
En este análisis, refirió Uriel Vargas, secretario de comunicación del Barzón, se concluye que México depende un equivalente al 54 por ciento de su PIB en cuanto a importaciones de alimentos, lo cual “pone en entredicho la seguridad alimentaria de nuestro país y una extrema vulnerabilidad ante súbitas alzas de precios”, precisó.
El miembro del Barzón añadió que son los altos niveles de importación que combinados con la concentración en el mercado de empaque y distribución de alimentos, lo que genera un peligro para la disponibilidad de alimentos en México.
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