Organización de las Naciones Unidas, Nueva York, Estados Unidos. Las discusiones de los últimos años sobre los conflictos derivados de problemas climáticos han variado: desde informes sensacionalistas que aseguran que el mundo sucumbirá a las guerras por el agua hasta los que creen que el tema no tiene ningún interés.
El título de cada artículo que trata sobre la relación entre cambio climático y conflicto debería ser: “Es complicado”, según Clionadh Raleigh, directora del Proyecto de Base de Datos de Localización y Eventos de Conflictos Armados.
Científicos y expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se interesan cada vez más en este asunto, una tendencia que se consolidó en los últimos años, según David Jensen, director del Programa de Cooperación Ambiental para la Construcción de la Paz, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
“El debate sobre este asunto comenzó entre 2006 y 2007, pero todavía hay una gran brecha entre lo que se discute a escala global y en el Consejo de Seguridad y lo que realmente ocurre en el terreno”, explica a Inter Press Service (IPS).
“Numerosos estudios encontraron un vínculo estadístico entre cambio climático y conflicto, pero suelen concentrarse en un área específica y [en] cubrir un breve lapso”, detalla Halvard Buhaug, director del Departamento de Condiciones de Violencia y Paz, del Instituto de Investigaciones de Paz de Oslo, al ser consultado por IPS.
“El desafío es definir si esos estudios son indicativos de una tendencia global, más general y que todavía no se ha documentado”, apunta.
Buhaug explica a IPS que “parte del debate público sobre cambio climático y violencia es correcto, pero hay una tendencia lamentable –ya sea desde los investigadores o los medios– a exagerar la contundencia de la investigación científica y a expresar mal la incertidumbre científica.
“En algunos medios, palabras como ‘puede ocurrir’ se transforman en certezas y el futuro se vuelve lúgubre”, ejemplifica.
Cullen Hendrix, profesor adjunto de la Facultad de Estudios Internacionales Josef Korbel, dice a IPS que la relación entre clima y conflicto está mediada por los niveles de desarrollo económico.
Es más probable que un conflicto por cuestiones climáticas surja en regiones rurales no industrializadas, “donde una gran parte de la población todavía depende del ambiente natural”, precisa.
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