MÉXICO, D.F. (apro).- La Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer extractos de las primeras 12 declaraciones de víctimas privadas de su libertad en la casa-hogar La Gran Familia o casa de Mamá Rosita, localizada en Zamora, Michoacán, donde sufrían abusos sexuales, físicos y psicológicos.
La PGR confirmó, en rueda de prensa, la condición y calidad de vida en las que cerca de 500 habitantes de esa casa eran forzados a vivir por parte de la fundadora, Rosa del Carmen Verduzco, conocida como Mamá Rosa o La Jefa.
Las declaraciones evidenciaron maltrato, abuso y privación de la libertad de los menores encontrados, que sobrevivían en condiciones inhumanas, entre fauna nociva en los dormitorios y espacios de alimentación, así como más de 20 toneladas de basura en su interior, informó Tomás Zerón de Lucio, director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
En conferencia, las autoridades difundieron algunos testimonios de las víctimas rescatadas ayer en el operativo federal.
La primera víctima aseguró que fue sometido a maltratos físicos, psicológicos y sexuales por parte de un hombre, a quien sólo conoció como El Sito, quien lo obligaba a realizarle sexo oral y, si se negaba, lo amenazaba con matarlo y extraerle los órganos para venderlos.
El testimonio de la segunda víctima destaca que le pegaban en la cara con varas que ocupaban en la clase de música, además de que un hombre le obligaba a darle sexo oral.
Agregó que, a modo de castigo, le encerraban en un cuarto conocido como “El Pinocho”. Este lugar, según las autoridades, mide escasos dos o tres metros cúbicos y era utilizado para dejar a las víctimas por periodos prolongados como castigo. Los encerrados no recibían comida ni agua, pero otros niños de la casa-hogar les llevaban víveres a escondidas y los pasaban a través de los barrotes.
El tercer testimonio presentado por las autoridades de la PGR describió el abuso físico al que una menor era sometida con una manguera en las piernas cuando incumplía órdenes. Dijo que un trabajador del albergue le proponía realizar actos sexuales a cambio de dinero.
En el caso de la cuarta víctima, declaró que fue retenida en el albergue contra su voluntad desde los 18 años. A partir de entonces fue abusada sexualmente por uno de los administradores hasta quedar embarazada.
Sin embargo, éste la golpeó en el vientre en diferentes ocasiones hasta provocarle un aborto. Ella confirmó que en el albergue los adultos golpeaban y abusaban sexualmente de los más pequeños.
La quinta persona aseguró que el comedor de La Gran Familia tenía un fuerte olor fétido, que les daban de comer fruta podrida, pan enlamado y alimento con cucarachas. También denunció que había abusos físicos con un palo de madera y que algunas personas sostenían relaciones sexuales con otros internos.
Una víctima más refirió que llegó con Mamá Rosa engañada porque ésta le ofreció liberar a su prima a cambio de que ella se quedara, pero cuando ingresó, ninguna de las dos pudo salir.
Entregaran testimonios íntegros a juez
La Agencia de Investigación Criminal, a través de los servicios científicos, continúa los exámenes de identificación de las víctimas –de ADN– y se espera que en breve se ofrezca mayor información a toda la opinión pública.
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