El pasado 28 de mayo, último día del periodo ordinario del Congreso de aquella entidad, se aprobó con 33 votos a favor, por parte de las bancadas del PAN, PRI y la bancada independiente, la llamada “ley antiaborto”, que propone “proteger el derecho a la vida, desde el momento de la fecundación hasta la muerte natural”, algo que organizaciones opositoras como CADHAC aseguran es reiterativo e innecesario pues la protección a la vida desde la concepción ya está protegida por el Código Penal de la entidad.
Con ella se pretende cerrar las causales e impedir la agregación de nuevas causales al aborto legal en el estado, que a la fecha sólo se permite en el caso de que la embarazada corra peligro de muerte o grave daño a su salud, o cuando el embarazo es producto de una violación.
Pese a ser una mujer religiosa, miembro de la Congregación de Notre Dame, Canónigas de San Agustín, para la hermana Consuelo Morales la ley antiaborto es fundamentalmente una cuestión de salud pública.
“Los promotores de la iniciativa, tanto legisladores como los grupos “Yo Soy Voz” y “Pro Vida” se dicen protectores de la vida, como si los que estamos en contra estuviéramos en contra de la vida, lo cual es una falacia,” dice.
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