El presidente de los Estados Unidos condenó ayer el ataque a un bar gay en Orlando, Florida y ofreció sus más sinceras condolencias a las familias y amigos de las víctimas.
“El día de hoy queda marcado como el tiroteo masivo más mortífero de la historia de Estados Unidos”, expresó.
Además, recordó lo fácil de conseguir armas en ese país y las tragedias que ello puede provocar.
“Esta masacare es un recordatorio de cuán fácil es para alguien tomar un arma en las manos y dispararla a la gente en una escuela, en una sala de cine o en un club nocturno… Y tenemos que decidir si ese es el tipo de país que queremos ser”.
Sobre los motivos del agresor y las causas, Obama no especificó alguna ya que el FBI, aunque investiga el hecho como un acto de terrorismo, trata de determinar si hay un posible conexión con alguna organización extremista.
Con información de Univision
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