Sin policías municipales, y con escasa presencia de la policía federal, es como se vive en los alrededores del Valle de Bravo, lugar en donde vecinos y comerciantes alertan de varios caminos que no tienen vigilancia y en los cuales grupos criminales operan para cometer secuestros y delitos de alto impacto.
“Yo soy testigo de que en el camino que lleva de Valle de Bravo a Avándaro, justo en donde terminan las residencias y se va hacia Cerro Gordo, han secuestrado en el último mes al menos a dos jóvenes que estaban circulando por ahí, y no era tarde, apenas y estaban por dar las cuatro de la tarde. Los bajaron de sus vehículos y se los llevaron en dos camionetas. Hemos pedido que vigilen más dos caminos el que va a Cerro Gordo y el que saca a Pinal Marquezado”, aseguró Juan residente y comerciante de Valle de Bravo.
Son estos dos caminos los que tienen en alerta a la población de Valle de Bravo, pues son rutas que están a sólo dos minutos de la zona residencial de Avándaro y por las cuales tienen que circular los residentes.
“Sí hay un operativo de la policía federal, lo malo es que no están vigilando los pasos en donde están circulando los delincuentes y los secuestradores, es por esas brechas que entran y salen criminales”, señala Rosa, quien tiene una casa en Avándaro, localizada a unos cuantos metros de estos dos caminos.
Ambas son carreteras sin vigilancia y solitarias; por meses, pobladores, residentes y comerciantes han exigido que se alumbren e incluso se pavimenten.
Pero el mayor problema de ambas rutas es que, de acuerdo a las denuncias, es por ahí que grupos de delincuentes identificados como miembros de Los Zetas y de los Caballeros Templarios escapan hacia Guerrero y Michoacán.
Por ejemplo, el camino a Cerro Gordo que está a la salida de la zona residencial de Avándaro lleva hacia la zona de Luvianos y la parte colindante con Guerrero. Es por esta ruta que hace unas semanas fue secuestrado un joven.
Los secuestradores, incluso, obligaron a la familia a tomar la ruta de Cerro Gordo y llegar hasta Bejuco, un poblado del Estado de México colindante con Guerrero, fue ahí que dejaron el rescate y a su regreso por esa ruta encontraron al muchacho, narra uno de los familiares.
En un recorrido hecho por Animal Político por la ruta de Avándaro a Cerro Gordo que lleva a la región de Guerrero, se pudo observar un despliegue de fuerzas federales, quienes han recibido reportes de secuestros y robos en la región.
Es en esta zona en la que los federales ya tienen presencia desde hace una semana, sin embargo, los vecinos señalan su presencia sólo es durante el día.
Pero el camino que más preocupa a los pobladores de Avándaro es el que lleva a Pinal Marquezado, ésta es una ruta de terracería de un carril que no está vigilado y por el cual se llega a las colindancias del Estado de México con Michoacán.
Desde hace dos meses, los pobladores han denunciado que personas que se identifican como miembros de Los Caballeros Templarios están utilizando esta ruta para llegar a Avándaro , realizar secuestros y escapar.
Este camino es utilizado por muchos pobladores al menos en 8 kilómetros, pues de ahí se trasladan a otras poblaciones de Valle de Bravo, y es en esta ruta en las que han aumentado los asaltos y los secuestros.
La zona turística de Valle de Bravo hasta hoy sólo cuenta con no más de 10 policías estatales, pero eso no preocupa a comerciantes y vecinos, el gran problema, aseguran, es que no hay presencia federal en las carreteras y caminos en los que están asaltando y secuestrando.
Fuente: Animalpolítico.com
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