Ciudad de México, 22 de agosto (SinEmbargo).– La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) informó recientemente que México es el único país de la región donde el salario mínimo está por debajo de la línea de pobreza. Por ello, expertos y miembros de partidos políticos piensan que el salario mínimo en el país necesita ser más equitativo, ya que existe una gran brecha entre quienes ganan aproximadamente 60 centavos de dólar la hora y los representantes de la alta burocracia como el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González Núñez, quien este año ganará cerca de 2.8 millones de pesos.
En una crítica que The Economist hizo al ingreso mínimo, de aproximadamente 66 pesos diarios, calculó que para ganar lo que González Núñez percibirá en 2014, un mexicano promedio tendría que trabajar 116 años. “Es irónico, teniendo en cuenta que durante 23 años ha sido presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos. Durante ese tiempo el salario mínimo se ha reducido en un 43 por ciento después de considerar la inflación”, indicó el semanario inglés.
Los salarios que la Conasami estableció y dio a conocer el primero de enero del año en curso, no son suficientes para vivir, según refieren los datos de la CEPAl. De la lista de trabajos que publicó la dependencia, los que tienen el sueldo más bajo son: manejador de granja avícola (83.97 pesos), vaquero, recamarero y empleado en tiendas de autoservicio (85.05 pesos) y vendedor de mostrador (85.33). El primer empleo al mes recibe 2 mil 603.07 pesos, el segundo percibe 2 mil 636.55 pesos y el último 2 mil 645.23 pesos. Estos trabajadores que ni siquiera reciben el salario mínimo establecido, ni siquiera se acercan a los 6 mil pesos.
Sin embargo se dio a la tarea de entrevistar a seis personas de diferentes regiones del país que reciben este sueldo para tener un poco más de conciencia y conocer de manera muy remota, a través de su propia experiencia, qué es vivir al límite. A continuación las historias de estas personas que ganan el mínimo.
Julia Velázquez Pérez
Edad: 41 años
Lugar donde vive: Distrito Federal
Ocupación: Obrera
Sueldo: 66.66 pesos diarios
“Vivo en mi casa del Infonavit que estoy pagando.
Trabajo en un fábrica donde hacemos plásticos, principalmente bolsas, de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Gano mil pesos a la quincena. No nos dan prestaciones, ni tenemos Seguro Social, no tenemos nada. Y cuando me pagan, lo que hago es comprar la comida, ir al mercado y buscar qué comer, ya después lo que haga falta, porque tenemos un mal hábito de comer tres veces al día. Mi hija y mi hermano dependen de mi. Y por supuesto que no es justo lo que me pagan, pero no hay fuente de empleo ¿Y qué hacemos? Lo que me pagan no alcanza para vivir, se pasan muchas carencias, pero no queda de otra más que aceptarlo de esa manera. Tengo que vender dulces, chicharrones preparados y lo que se pueda afuera de mi casa para poder completar lo de la quincena. Mínimo en mi trabajo yo necesitaría ganar lo doble, no para vivir con lujos sino para no tronarme tanto los dedos. Ve uno la tele y desgraciadamente los gobernantes con sus nuevas reformas dicen que están ayudando a la gente, pero yo no veo nada nunca, yo lo único que veo es que hay más carencia, más necesidad, entonces yo no sé a dónde nos quiera llevar el Presidente. Hacen una rueda de prensa y dice: ‘voy a ayudar a las mujeres y madres solteras y les voy a cobrar 500 pesos semanales para darles una casa ¡Hágame el favor! Si mensuales no podemos pagar ese dinero, ahora imagínese semanales. Uno dice ¿y la ayuda, dónde está?”
Rosa Blanca Ramírez
Edad: 42 años
Lugar donde vive: Ixtapaluca, Estado de México
Ocupación: Costurera Sueldo: 140 – 200 pesos diarios
“Trabajo en un taller de costura, de lunes a viernes de 7 de la mañana a 6 de la tarde.
Muchas veces, cuando hay más trabajo, nos hacen quedarnos un poco más de tiempo. Si trabajamos extras nos dan mil pesos a la semana, si no aproximadamente 700 o 800, el sueldo es variado. Lo que me pagan lo ocupo en la educación de mis hijos y la comida. No creo que es justo lo que me pagan porque es muy matado, termino muy cansada, con dolor de espalda y vista cansada. En el taller utilizamos la máquina de coser y bordamos al mismo tiempo vestidos de noche. Con lo que me pagan no me alcanza para vivir, paso muchas carencias y en realidad nosotros no vivimos, sobrevivimos. Mis dos hijos dependen de mi, nadie más aporta en mi hogar. La casa en donde vivo primero la sacamos con toda la ilusión del mundo porque pensamos que iba a ser para toda la vida, pero lamentablemente con el sueldo que tengo, como soy madre soltera y caí en cartera vencida, estoy ahí hasta que me lo permitan, porque estoy consciente de que el día de mañana me van a sacar de mi casa, bueno, no es mi casa, está hipotecada. La dejé de pagar por lo mismo: o comían mis hijos o pagaba casa. Si no me alcanza su sueldo, le recortamos. Si tengo que comer frijoles toda la semana, pues comemos frijoles. O me voy a lavar ajeno o le ayudo a las señoras a hacer otro tipo de actividades, es decir, planchar o lavar ajeno para sacar un poco más. No sé cuánto debería de ganar, porque el que tiene estudios puede ganar más, pero uno que no tiene estudios, no cuenta con nada de eso, pues nos limitamos a lo que nos den mientras tengamos y nos permitan trabajar. Mi trabajo debería de estar mejor remunerado porque tan sólo con ver un vestido de noche en cuánto lo están vendiendo en una tienda de aparador y cuánto nos pagan a nosotros. Lo están vendiendo alrededor de más de 3 mil 500 pesos, he visto mi trabajo ahí en el Centro, ¿cuánto nos pagan a nosotros, a todas las empleadas? En una venta hasta les sale sobrando. Yo creo que no valoran nuestro esfuerzo ni nuestro trabajo, sin embargo yo no podría decir cuánto podría ganar porque hasta para eso soy ignorante, no sé calcularle, pero yo creo que sí, un poco más. Los patrones o la gente que nos explota de esta manera necesita concientizarse un poco más en que somos madres de familia, no tenemos un apoyo o un esfuerzo extra que nos pueda apoyar. Ese sería mi mensaje abierto hacia esas personas que nos explotan.”
Dulce Hernández Cornelio
Edad: 25 años
Lugar donde vive: Tlacolula, Oaxaca.
Ocupación: Vendedora Sueldo: 67 pesos diarios
Texto por Dulce Hemilse Hernández Matías
“Soy empleada de una tienda de ropa de bebé y de dama.
La casa donde vivo es prestada y tengo tres hijos de 6, 7 y 8 años que estudian la primaria, primero, segundo y tercero. Cuando me pagan, lo primero que hago es comprar la comida, lo que necesiten mis hijos y lo demás lo utilizo para pagos. No creo que sea justo lo que me pagan por mi trabajo, porque soy responsable de dos locales y de la mercancía que falte, también hago los depósitos de mi jefa. Trabajo todos los días, de Domingo a Domingo. No me alcanza con lo que me pagan, paso muchas carencias porque realmente lo que gano no es mucho y mis gastos son demasiados. Creo que si ganara por lo menos unos 120 pesos diarios saldría de mi crisis.”
Para seguir leyendo, aquí: Sinembargo.mx
Sé parte de la conversación