(15 de agosto, 2014).- Los retos de un movimiento social transformado recientemente en partido político como es el caso del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), van desde consolidarse como tal sin caer en vicios de las estructuras políticas hegemónicas, hasta romper “mitos y falacias” de división de la izquierdo en México y continuar con la austeridad.
Sin embargo, a esta lista se le añade el erradicar el “apoliticismo” que puede llegar a permear clases populares en México, asegura el antropólogo Héctor Díaz Polanco en entrevista con Buzón Ciudadano.
Para Díaz Polanco, el “apoliticismo” dentro de clase media, media baja, media alta y sectores populares, es peculiarmente preocupante.
“El apoliticismo o la actitud, el talante de ‘no me intereso en la política’, ‘es asunto de políticos’, e incluso ‘no me intereso en la política porque parto del principio -casi como si fuera una ley, algo ya establecido de hoy para siempre-, de que ‘todos son iguales”, todos los partidos políticos, los políticos, sin posibilidades entonces de cambio dado el desinterés”, señaló.
El reto para Morena, destaca Díaz Polanco, es el de insistir en que se entienda la política como “una actividad que ni es sólo de políticos, ni sólo de los partidos políticos”, adquiriendo sentido profundo sólo con la participación ciudadana en el campo.
Para el antropólogo, detrás del apoliticismo existe una ideología “neo anarquista”, donde no hay posibilidad de hacer nada en el marco de organización comoMorena, que a decir del también académico, tiene un mínimo de jerarquía, de estructura interna, e incluso de normativa y funcionamiento.
Hay que desmitificar la idea de que sólo se puede hacer política en el marco de los movimientos sociales y la idea de que toda acción política organizada como partido político, en el doble sentido – partido como organización con proyecto aunque no tenga registro o partido registrado en el aparato del Estado reconocido por éste como instituto político- es mala, declaró.
Históricamente, enfatizó Díaz Polanco, tanto los movimientos sociales como los partidos políticos cumplen un papel importante en las sociedades, no obstante cabe señalar, que ni debe minimizarse ni los movimientos sociales, ni exaltar a los partidos políticos como la única vía de lucha, “ni visceversa”, aclara Díaz Polanco.
En cada momento, si observamos los últimos años, precisa el antropólogo, estamos cargando críticas injustas a los movimientos sociales, cada que surge un movimiento social en México, “cargan sobre los hombros la responsabilidad de conducir los movimientos de luchas sociales y políticas; y, prácticamente de transformar el país.”
“Creo que es exagerado e injusto porque cómo podemos esperar que el movimiento #Yosoy132 o el movimiento del magisterio o el movimiento de los electricistas -por mencionar algunos cuantos emblemáticos de los últimos tiempos- carguen con esa responsabilidad”, aseguró.
Por ello, concluyó, Morena junto con los movimientos sociales, pueden cambiar al país, ya que se debe asumir, insistió, que ninguna organización, sea movimiento o partido, por sí solo, y contando con sus fuerzas propias, podrá conducir las transformaciones del país, de manera aislada.
Fuente: Revolución 3.0
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