(30 de septiembre, 2014).- Sin duda las nuevas actividades lucrativas implementadas por el crimen organizado, le han redituado notablemente a los grupos criminales, prueba de ello es que el robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha incrementado en aproximadamente 33 por ciento sólo en los meses que van de 2014.
De acuerdo a informes de la todavía paraestatal mexicana, actualmente existen 2 mil 481 tomas ilegales, una tercera parte más en comparación con 2013, que le producen pérdidas de más de 7.5 millones de barriles de crudo, valuados en mil millones de dólares, según sus estimaciones.
Entre los cárteles señalados por recurrir a este ilícito, están el cártel del Golfo y Los Zetas, que tienen su base de operaciones en Tamaulipas, estado donde Pemex ubicó la mayoría de las tomas clandestinas, las cuales serían “ordeñadas” con el apoyo de trabajadores de la compañía estatal, como apuntan las autoridades.
Uno de los hechos que refuerza tal versión, ocurrió en agosto pasado, con la captura de un líder del Golfo, en Tampico, supuestamente vinculado con el robo de combustible, pues incluso poseía una tarjeta de identificación apócrifa con la que se hacía pasar por empleado de la petrolera mexicana.
Anteriormente, la revista digital Vice publicó un texto donde informaba que Pemex pierde alrededor de 5 mil millones de dólares anuales por robo de petróleo, cifra ligeramente mayor si se le compara a lo indicado por la empresa federal.
Aunque dispares, los montos notificados sirven para evidenciar –como Revolución TresPuntoCero ha documentado— que el negocio va en rápido crecimiento, auspiciado principalmente por la participación internacional que tienes los grupos criminales inmiscuidos, en una actividad que desde su joven aparición, fue controlada por bandas menores.
El crecimiento de la “ordeña” ha venido acompañado de un importante desarrollo tecnológico que incluso le permite al crimen organizado exportar directamente el crudo robado a compañías refinerías en territorio estadunidense.
Por otro parte, como apunta la organización especializada en crimen organizado InSight Crime, la sustracción ilícita de crudo, no sólo es un problema para las finanzas de Pemex, máxime si se considera que ésta produce aproximadamente un tercio de los ingresos del país, por lo que ya no sólo se considera un problema de seguridad, sino macroeconómico.
Fuente: Revolución 3.0
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