MÉXICO, D.F. (apro).- El gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, corresponsabilizó a los delegados estatales de la Profepa, la Semarnat y la Conagua del desastre ecológico provocado por la mina Buenavista del Cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi.
Según el mandatario, antes del derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico dichas dependencias sabían de las irregularidades en el manejo de contaminantes en la mina de Grupo México, por lo que los funcionarios federales incurrieron en “omisión o encubrimiento”.
Puntualizó que no cumplieron con su responsabilidad de verificar la aplicación de las normas de funcionamiento de la mina Buenavista del Cobre, aunque en este caso, añadió, también hay autoridades coludidas y sospecha de corrupción.
Por ello, exigió la renuncia del titular de la Profepa, Guillermo Haro Belchez, y aseguró que los delegados de esa dependencia, Semarnat y Conagua “ya no serán aceptados en las reuniones del Comité de Atención a Emergencias”, que cada semana analiza la emergencia en el río Sonora.
En rueda de prensa, aseguró que hubo denuncias de parte de pobladores e incluso de los alcaldes de municipios como Aconchi, que notificaron en particular a la Conagua de la situación, pero las autoridades federales hicieron caso omiso.
“Yo creo que las dimensiones del derrame y el tamaño de la tragedia que hoy viven los pobladores de siete municipios se pudieron evitar. El impacto del derrame pudo ser mucho menor si hubieran atendido esas denuncias. Ahora, por supuesto que esto se pudo evitar si las autoridades federales hubieran cumplido con su responsabilidad”, acusó el gobernador.
Asimismo, exigió que se repare el daño ambiental y patrimonial, que aún no está totalmente contabilizado, aunque dijo que la apreciación de que las afectaciones ascienden a 2 mil millones de pesos es bastante acertada.
Y sostuvo que de parte de la Federación no existe apoyo alguno, que a Sonora no ha llegado dinero para paliar la situación de los más de 22 mil habitantes afectados, y que sólo el gobierno del estado, echando mano de sus recursos, ha aportado 120 millones de pesos para atender la contingencia, dinero que espera le sea regresado a su administración por parte de Grupo México.
El gobernador sonorense aseguró que por su actitud de señalar las fallas, ahora desde el gobierno federal, y en especial desde el PRI, es objeto de ataques en los que incluso los delegados de las tres dependencias mencionadas han hecho de juez y parte, adelantando juicios y anteponiendo su interés partidista al de su responsabilidad como autoridad de gobierno.
Por separado, el rector de la Universidad de Sonora, Heriberto Grijalva Monteverde, aseguró que la contaminación del río Sonora, provocada por las actividades mineras en Cananea, ya tiene décadas, y advirtió que será complicado determinar cuáles de los daños causados a la naturaleza y a las aguas subterráneas fueron generados en el derrame de 40 millones de litros de tóxicos.
Los contaminantes generados por Grupo México, subrayó, se han acumulado durante décadas.
Fuente: Proceso.com.mx
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