Cincuenta y ocho desaparecidos y cuatro estudiantes muertos es el saldo tras los ataques durante el fin de semana en el municipio de Iguala, Guerrero, acusan familiares y estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Acusan además que los 58 estudiantes fueron desaparecidos por los efectivos municipales que los habían detenido.
Hoy, 29 de septiembre, trabajadores académicos y administrativos de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y el Frente Estatal de Maestros de Educación Superior iniciarán un paro de labores indefinido para exigir castigo para los culpables del asesinato de tres estudiantes, se prevé que se vean afectados aproximadamente diez mil estudiantes de todo el estado de las escuelas de educación superior y que participarán unos mil trabajadores académicos y administrativos.
También demandan juicio político para el alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez y el gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero.
Un total de 22 policías locales fueron detenidos en relación con ataques durante el fin de semana, informaron las autoridades el domingo.
Tanto policías locales como desconocidos armados habrían participado en varios ataques contra civiles durante la noche del viernes y la madrugada del sábado.
En un comunicado de prensa, se informó que los detenidos tuvieron que ser trasladados al puerto de Acapulco, debido a que se apreciaron movilizaciones de un número considerable de personas.
La Fiscalía General guerrerense, a través del Ministerio Público, proseguirá con las investigaciones, recabando declaraciones, testimoniales y desahogando periciales en distintas materias a efecto de acreditar el cuerpo del delito y la probable responsabilidad de los indiciados, dentro del término legal para determinar su situación jurídica.
El gobierno estatal informó que fueron detenidos 280 agentes municipales de Iguala para tomar su declaración y que, tras los interrogatorios, 21 hombres y una mujer fueron declarados como probables responsables de los tiroteos.
En parte de los ataques el objetivo fueron estudiantes de magisterio de la localidad de Ayotzinapa —conocidos en México por su activismo y por organizar acciones radicales_, que se habían trasladado a Iguala para apoderarse de tres autobuses y utilizarlos en sus protestas. En otro ataque, fue alcanzado un autobús en el que viajaba un equipo de futbol de tercera división, Los Avispones de Chilpancingo, y dos taxis públicos.
Por su parte, José Luis Abarca, alcalde de Iguala, Guerrero, aseguró en entrevista con Ciro Gómez Leyva que no dio ninguna orden para actuar contra normalistas,pues mientras ocurrían los hechos, él se encontraba con su esposa en una fiesta del DIF.
“Había unas 4 mil 4 mil 500 personas. Cuando termina de dar su informe la presidenta, empieza un grupo que no es de buen gusto de la gente. Entonces muchos se empezaron a retirar, quedándose unas 150 personas, las cuales empezamos a bailar al ritmo de la Luz roja de San Marcos. Inmediatamente después decidí retirarme, aproximadamente a las 9:30″, dijo.
Asimismo informó que se enteró que ya habían pasado los hechos: “Yo no he tenido un parte informativo… No me han dicho nada, no he tenido reunión… Lo que tengo es que hubo enfrentamientos, no sé quiénes hayan participado.”
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