(23 de septiembre, 2014).- El auditor superior del Estado de Puebla, David Villanueva Lomelí se ha convertido en la mano derecha del gobernador Rafael Moreno Valle, es el encargado de controlar y supervisar las cuentas públicas a los aliados para evitar que incumplan sus compromisos con su jefe político.
Últimamente se pone en duda la cantidad de propiedades que ha comprado en Guadalajara, Jalisco desde que inició su mandato como auditor así como el financiamiento de la campaña de su hermano Ricardo para la alcaldía de esta entidad, y es que aprovechando las posiciones familiares, Villanueva Lomelí se convirtió en yerno del ex gobernador Melquiades Morales Flores.
Éste se ha encargado de aprovechar su puesto político para amenazar, extorsionar, operar temas jurídicos con interés público, además de visitar a los alcaldes para decirles que deben respaldar todos los planes que tiene contemplado Moreno Valle, para que pueda obtener con satisfacción el uso de sus cuentas públicas.
Los Morales es otra dinastía consentida del morenovallismo. Varios de los integrantes de esta familia gozan de un cargo en el gobierno del estado, mientras que otros con sus acciones han demostrado su lealtad a Moreno Valle. A David, lo nombraron titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), cuyo cargo ostentará por 7 años y con la posibilidad de reelegirse por un periodo más.
Cada día Villanueva hace acrecentar su fortuna, los 79 mil 813 pesos no le alcanzan al mes, y es que sus vínculos como marista no han sido del todo claros, éste se desempeñó como administrador operativo de la Secretaría de Salud en la gestión de Alfredo Arango, a quien nunca se le pudieron fincar cargos por desvíos de recursos y fue a la cárcel por lavado de dinero, pero salió de prisión desde el año pasado.
Arango le encomendó toda la justificación jurídica de los más de 300 millones de pesos en compras directas que se hicieron para favorecer a contratistas del sexenio de Mario Marín Torres, por otro lado el abogado creaba concursos por invitación en común acuerdo con empresarios marinistas para eludir la Ley de Adquisiciones y repartir los contratos, muchos se pagaron, pero no se efectuaron los servicios o entregaron los materiales.
Gracias a su operación de control de las cuentas públicas de enemigos y aliados, el morenovallismo le tolera que en la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial trafique influencias para cambios de uso de suelo, sin importarle al secretario Mario Rincón, quien está claro que no le preocupan las acusaciones de corrupción en su dependencia, pues es aliado de Villanueva.
Lo que más llama la atención de Villanueva son sus negocios e intereses con constructores. En el municipio de Puebla efectuó trabajos de supervisión de la calidad de obras, electrificación subterránea y desmantelamiento de postes y líneas en varios puntos de la ciudad por un millón 899 mil pesos.
En Tehuitzingo, se encargó de obras por 2 millones 856 mil 755 pesos; pavimentó con concreto estampado de calle diversas avenidas en Cuayuca de Andrade por 2 millones 290 mil 414 pesos, y lo más interesante es que aparece como dueño de Escala, Espacio e Imagen Oficina de Arquitectura SA de CV, Antonio ABELARDO Ayala y Ayala. Sin duda un hombre de negocios, así como la pieza clave de la corrupción morenovallista.
Fuente: Revolución 3.0
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