Habrían sido víctimas de golpes, asfixias y descargas eléctricas
La agencia de noticias The Associated Press (AP) evidenció que 10 casos de presunta tortura contra detenidos por haber participado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Los documentos obtenidos por la agencia, indican que estos sospechosos relataron casi lo mismo: primero vinieron los interrogatorios, después los golpes, las descargas eléctricas, asfixias parciales con bolsas de plástico y finalmente amenazas de que matarían a sus seres queridos si no confesaban lo que les pedían.
Informes médicos publicados el mes pasado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) parecen confirmar las versiones de que hubo torturas.
Patricio Reyes Landa, quien fue detenido un mes después de la desaparición de los estudiantes, sería una de los sospechosos que sufrieron tortura.
“En el transcurso del camino me iban dando electricidad en los testículos y en todo el cuerpo”, aseguró.
“Recuerdo que se acercó una persona y me quitó la venda de los ojos y me mostró una fotografía de mi familia, de mis dos niñas, de mi esposa y mi hermano, y me dijo que si no hacía todo lo que me dijeran iban a violar a mis niñas… Le dije que yo iba a hacer lo que ellos me dijeran”, declaró.
Bajo las leyes mexicanas, las confesiones obtenidas mediante torturas no son admisibles; sin embargo, el Gobierno mexicano las ha empleado para fundamentar su “verdad histórica”.
Fuente: Aristegui Noticias
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