En diez meses, tiempo que duró la campaña política hasta la toma de posesión, el gobernador priista José Ignacio Peralta Sánchez cuadruplicó el número y el valor de sus bienes inmuebles.
Según el mandatario, el aumento de su fortuna se debió a una herencia recibida y la contratación de un crédito que le permitió adquirir, el 29 de enero de 2016, 11 días antes de asumir el poder, un condominio valuado en 7 millones 50 mil pesos.
En su declaración “3de3”, presentada el 20 de abril de 2015, cuando iniciaba su campaña electoral, Peralta Sánchez sólo reportó ser propietario de una casa en la ciudad de Colima, adquirida en 2009 a un precio de 2 millones 100 mil pesos, así como de un departamento en la Ciudad de México comprado en 1999 en 1 millón 150 mil pesos. Ambos fueron adquiridos a través de sendos créditos, por lo que sus bienes inmuebles sumaban un valor de 3 millones 250 mil pesos.
Sin embargo, en su declaración patrimonial presentada el 11 de febrero de 2016, cuando tomó posesión como gobernador, ya había siete propiedades más: cuatro predios urbanos adquiridos el 11 de diciembre de 1980, una casa habitación comprada el 4 de agosto de ese mismo año y otra casa con fecha de adquisición del 4 de abril de 1969, con un valor global de 6 millones 168 mil pesos.
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