De febrero a julio de 2012, cuando Enrique Peña Nieto recorría todo el país, se orquestó una operación desde dentro del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), con el objetivo de conseguir 700 mil sufragios a favor del priista.
La estrategia fue denunciada ante la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (Fepade), pero el caso fue desechado una vez que Peña Nieto llegó al poder.
Si se cumplió el fin de la operación, esta cantidad de votos significaría el 20% de la diferencia con la que Peña Nieto ganó a Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Se nombró a este plan ‘SUTERM-Genera 10’, que incluso tenía una dominio web utilizado para procesar toda la información electoral, llamado www.genera10.com, actualmente en desuso, pero adquirido por tres años.
Para conseguir llevarlo a cabo, se contó con los empleados sindicalizados, pues cada uno de los más de 70 mil afiliados tendría que haber convencido a 10 personas para votar por el entonces candidato del PRI.
En la cabeza de este diagrama estaba el Secretario General, como gestor de la gran energía. Luego bajaba a través de dos enlaces: la Secretaría de Organización y la de Relaciones Obreras. Posteriormente se dibujaron los conductores, los circuitos, y al final los electrones, que eran los “familiares, amigos, grupos deportivos” y todas las personas con las que los sindicalizados hacían vida social.
Al final, el resultado debió ser una descarga de 10 votos a Enrique Peña Nieto por cada obrero del SUTERM.
Fuente: SinEmbargo
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