El Gobernador de Mississipi, Phil Bryant, firmó ayer una ley que permite a los propietarios de comercios y a los funcionarios públicos no atender a las parejas gays y lesbianas con base en sus creencias religiosas.
Esta polémica medida, ha desencadenado críticas por parte de la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT).
A través de un comunicado, Bryant expresó que tomó la decisión para “proteger las creencias religiosas y las convicciones morales de individuos, organizaciones y asociaciones privadas de acciones discriminatorias por parte del gobierno estatal o sus dependencias políticas”.
La norma, que ha sido llamada Ley de Protección de la Libertad de Consciencia de la Discriminación Gubernamental, no ha sido bien recibida en muchos negocios locales y por el Consejo Económico de Misisipi.
El grupo de defensa de los derechos de los homosexuales Freedom for All Americans calificó la norma como “la peor pieza de legislación anti-LGBT de toda la nación”.
La ley impide que el Gobierno estatal sancione a cualquier iglesia, organización o empresa que se niegue a ofrecer sus servicios a personas si ello supone una violación de sus creencias religiosas como que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer y que los conceptos “hombre” y “mujer” son inmutables.
Fuente: SinEmbargo
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