Una nueva atracción en Shanghai, China, se está convirtiendo en la fascinación de sus visitantes. Se trata el simulador de la muerte Samadhi.
Este aparato permite ser “asesinado”, ser “cremado” en un horno y luego ser “resucitado” y vivir de nuevo el nacimiento a través de un vientre gigante de látex.
Quien desea conocer esta experiencia, paga alrededor de 68 dólares, pago que también le permite escribir reflexiones finales y últimas palabras.
Ding Rui es el creador de esta atracción y explicó que cuando no se entiende completamente la muerte, decir adiós es realmente difícil.
Por ello pensó en una premisa para educar a las personas sobre la vida, así que no es un mero entretenimiento.
Fuente: Reforma
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