La desigualdad hace estragos. El precandidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, Bernie Sanders, ha sorprendido por ganar adeptos, especialmente entre los “Millennials”, debido a su discurso, que se centra en denostar el rescate de Wall Street y criticar la caída del salario producto del libre mercado, además de ofrecer educación superior pública gratuita.
Si bien está detrás de la Secretaria de Estado y precandidata Hillary Clinton, este rápido crecimiento del hasta hace poco semi-desconocido Senador tiene a los medios norteamericanos analizando, desde diferentes posiciones del espectro político, cómo es que una plataforma que incluye la palabra “socialismo” avanza en un país cuyos Gobiernos han promovido globalmente y por décadas la ideología opuesta.
Las respuestas, coinciden artículos publicados, es una suma de circunstancias que ha sumido a la generación de votantes más jóvenes, o “millennials”, en las secuelas de la crisis financiera iniciada en 2008, la peor, señalan, desde la Gran Depresión de 1929.
“Para los millennials, socialismo no es una mala palabra; es capitalismo”, publicó el pasado 29 de marzo la historiadora Spencer Bailly en el periódico Alaska Dispatch News. “Por causas ajenas a las nuestras, estamos en condiciones económicas que hacen el sueño americano más inalcanzable que nunca. Tenemos una deuda de la escuela del valor de una casa, pero no tenemos casas. Somos la primera generación en 80 años que muy probablemente estará peor que la de nuestros padres”, agregó la autora.
Fuente: Sin Embargo
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