En los últimos días, en México se han registrado vientos, lluvias, inundaciones e incluso la caída de nieve debido a la tormenta invernal número 11.
Coahuila es una de las entidades que más ha llamado la atención, pues se detectó un supuesto enjambre de supercélulas, es decir tormentas que podrían producir tornados e incluso granizo del tamaño de una naranja.
Además, el geólogo Sergio Alamazán compartió el miércoles imágenes del cielo de la región con nubes con forma de “embudo”.
Gracias a estos fenómenos muchos se han preguntado: ¿debemos alarmarnos por el clima?
Los investigadores Jorge Zavala e Ismael Pérez García del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, afirman que no.
Según ellos, debemos aprovechar los beneficios del fenómeno como la captación del agua y las precipitaciones en zonas donde no ha llovido.
Zavala explicó que los vientos se deben a la intensidad de las masas de baja y alta presión que originaron la tormenta invernal número 11 y al fenómeno de “El Niño”, que causó su desplazamiento de norte a sur.
Fuente: El Universal
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