(07 de septiembre, 2014).- Para el investigador de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Francisco Javier Contreras el formato del Informe gubernamental es un ritual ya muy desgastado y sólo se ha convertido en una loa al gobernante. Es la humillación y subordinación del poder Legislativo hacia el poder Ejecutivo y una burocracia lacaya, con actitud perruna, que demerita mucho la dignidad de las personas, acotó.
Subrayó que a causa de la inutilidad que tienen los informes de gobierno, se volvieron obsoletos y se convirtieron en un escaparate para nutrir el ego del gobernante en turno, “sustentado en una plataforma de mentiras, de verdades a medias, de ausencia de veracidad y autocritica”.
Considera que es el reflejo de que estamos en un sistema disfuncional: “hay un boato, una orgia de gasto en un acto intrascendente porque vienen gobernadores, diputados, senadores y todo con cargo al erario, para que el gobernador se sienta Dios por un día y su palabra es infalible, es verdad e incuestionable”.
Abundó que hoy como hace 20 ó 30 años, los diputados van y le besan la mano al gobernador y sólo buscan la foto; “sólo que ahora lo hacen con más glamur y con más botox; cada vez más, se convierte en un estilo Hollywood, en una versión porno y en vez de convertirse en un evento de rendición de cuentas, es un espectáculo, es un auto-elogio donde se cachondea, a sí misma, la clase política”.
El también docente universitario indicó que ante dicha burla hacia los zacatecanos, como sociedad deberíamos perder el miedo y empujar hacia un proceso lento de fiscalización, organizando observatorios ciudadanos, no politizados y hacer un esfuerzo para convertirnos en auditores sociales para exigir cuentas, que sepamos cómo, dónde y cuánto se ejerce del presupuesto.
“Lamentablemente vivimos en una sociedad anestesiada, pasiva, adormilada que demuestra que les hemos entregado a los políticos un cheque en blanco, ante la ausencia de ciudadanía que contrarreste los excesos con una actitud crítica”.
Recordó que en los eventos de campaña de Miguel Alonso para gobernador, cientos de mujeres zacatecanas le gritaban: “Miguel, bombón te quiero en mi colchón… Esa es la auto-denigración más atroz que yo he visto en las zacatecanas, pero ahora es alto el costo que tienen que pagar porque se someten a una estructura machista y misoginia”.
Cuestionó en qué nivel de ciudadanía vivimos en Zacatecas, cuando se apoya a un candidato por su cara y no por su trayectoria y resultados, ya que Miguel Alonso tiene décadas incidiendo en la gobernabilidad del estado, porque ha fungido como presidente municipal, diputado y Secretario de Turismo, así es que “no se vale jugar a la desmemoria y negar su corresponsabilidad de la situación tan precaria en que se encuentra.
Fuente: Revolución 3.0
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