(22 de octubre, 2014).- En una carta dirigida a Enrique Peña Nieto, más de tres mil académicos de todo el mundo exigieron la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En una muestra de solidaridad con el dolor que aqueja a este país, Noam Chomsky, Edgardo Buscaglia, Elena Poniatowska, Alicia Schmidt Camacho, Andrés Lajous, Natalia Majluf, entre otros, hablaron de que “no hay palabras para expresar el horror y la rabia que sentimos”.
La misiva puede consultarse enhttp://ayotzinapasomostodos.wordpress.com#sthash.rKYQnSi4.dpuf y va dirigida al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, al titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre y otras autoridades.
A continuación el texto íntegro:
Lic. Enrique Peña Nieto
Presidente de la República
Lic. Miguel Ángel Osorio Chong
Secretario de Gobernación
General Salvador Cienfuegos Zepeda
Secretario de Defensa
Lic. Emilio Chuayffet Chemor
Secretario de Educación
Lic. Jesús Murillo Karam
Procurador General de la República
Lic. Ángel Heladio Aguirre Rivero
Gobernador constitucional del Estado de Guerrero
Dip. Silvano Aureoles Conejo
Presidente de la Cámara de Diputados
Sen. Miguel Barbosa Huerta
Presidente del Senado
Ministro Juan N. Silva Meza
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Dr. Raúl Plascencia Villanueva
Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
A todas las mexicanas y los mexicanos
A todas las personas que fuera de México siguen los acontecimientos violentos recientes
A la opinión pública
A los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, a sus familiares y compañeros,
Académicos mexicanos y de diversas nacionalidades, radicados en el extranjero, nos unimos a las voces de preocupación por la violencia que impera en México. Los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero el 26 de septiembre de 2014 son una de sus manifestaciones más execrables en la historia del país. No hay palabras para expresar el horror y la rabia que sentimos por el asesinato de seis personas, entre ellas tres estudiantes de la Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa (uno de ellos de forma por demás salvaje), y por la desaparición, a manos del gobierno y la policía local, de otros 43 estudiantes.
Nos solidarizamos con las demandas de justicia y compartimos el dolor de las familias, amigos y compañeros de los estudiantes de Ayotzinapa. Nos indigna profundamente que ante la magnitud de los hechos el gobierno mexicano ofrezca declaraciones contradictorias y presente resultados no sólo nulos sino incluso más preocupantes: las irregularidades de la investigación aumentan cada día sin que se sepa nada respecto de la aprehensión de los culpables o del paradero de los 43 estudiantes y en cambio, se han descubierto muchas fosas más, muchos cadáveres más. ¿De qué tamaño son las fosas en este país, cuántos más caben en ellas, cuántos más esperan el mismo destino?
Hasta ahora no se han dado a conocer el nombre de los detenidos ni las líneas de investigación. Son lamentables la lentitud y la aparente negligencia con la que avanzan las investigaciones. Las propias autoridades han obstaculizado la participación de un grupo de forenses argentinos especializados en la identificación de cadáveres, y los padres de los desaparecidos se han encargado prácticamente solos de la búsqueda. Si lo ocurrido es de por sí terrible, la actitud general de los órganos de gobierno es una afrenta al sentido de humanidad y a la inteligencia de quienes observamos en la distancia. Nos indigna la manera en que las autoridades mexicanas han tratado a este grupo de estudiantes, uno de los más vulnerables del país.
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