Ciudad de México, 4 de septiembre (SinEmbargo).– La organización Amnistía Internacional reveló hoy que la tortura en México está fuera de control, pues en 2013 el incremento de los casos respecto a 2003 fue de 600 por ciento.
“Víctimas procedentes de distintas partes del país contaron a Amnistía Internacional que habían sido objeto de palizas, amenazas de muerte, violencia sexual, descargas eléctricas y semi-asfixia a manos de la policía o las fuerzas armadas, a menudo con el fin de obtener “confesiones” o para que incriminasen a otras personas en delitos graves”, dijo en su informe.
“A pesar de que la ley lo prohíbe, el sistema de justicia penal sigue admitiendo pruebas obtenidas como consecuencia de la detención arbitraria o la tortura. Esto no sólo facilita que se siga recurriendo a la tortura y a otros malos tratos, sino que también se traduce en juicios sin garantías y condenas dudosas, socavando aún más la credibilidad del sistema de justicia y los derechos humanos de las personas acusadas en procesos penales”, agregó.
AI demandó al gobierno mexicano que tome medidas con urgencia para poner fin al uso persistente y generalizado de la tortura por parte de la policía y las fuerzas armadas. El informe destaca que sólo el año pasado se denunciaron mil 505 casos, sin embargo precisas que la cifra real pudiera ser más elevada.
De acuerdo con la organización el 64 por ciento de los mexicanos tiene miedo a ser víctima de tortura. Sólo entre 2010 y 2013 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) registró 7 mil 164 quejas por torturas y malos tratos.
AI advirtió que la tortura creció vertiginosamente a partir de 2006, cuando inició la guerra contra las drogas y no se ha detenido en la nueva administración.
El Informe llamado Fuera de control: Tortura y otros malos tratos en México, presentado hoy, analiza el preocupante aumento del uso de la tortura y otros malos tratos y el clima imperante de impunidad y tolerancia hacia estas prácticas. Los torturadores gozan de total impunidad, pues de 123 enjuiciamientos entre 2005 y 2013, sólo siete fueron condenados. Y el número de perpetradores enjuiciados en los tribunales de ámbito estatal es aún menor.
“Las autoridades no pueden seguir mirando para otro lado. El hecho de que apenas se apliquen las salvaguardias para prevenir la tortura y otros malos tratos, y que las investigaciones sobre las denuncias a menudo minimicen la gravedad de los abusos y estén predispuestas contra la persona denunciante, son una clara indicación de que el gobierno no protege los derechos humanos”, afirmó Erika Guevara Rosas, Directora de las Américas Amnistía Internacional.
En cuanto a la CNDH, no cumple con su deber, informó AI, debido a que apenas uno por ciento de los casos denunciados, cuentan con una recomendación.
Las prácticas de tortura de autoridades mexicanas incluyen semi asfixia, palizas, simulacros de ejecución, violencia sexual, amenazas de muerte y descargas eléctricas.
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