El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, cargó al erario de su país los gastos de una remodelación de su residencia privada justificando que se trataba de mejoras en la seguridad, por lo que deberá regresar el dinero a las arcas públicas.
La denominada Defensora del Pueblo, Thuli Madonsela, presentó ayer las conclusiones de una larga y exhaustiva investigación del caso que comenzó en 2009 y que ahora, a siete semanas de las elecciones generales (7 de mayo), deja al partido del mandatario (el Congreso Nacional Africano) en la cuerda floja.
La factura de las obras ascenderá a 246 millones de rands (15.41 millones de euros o más de 16 millones de dólares), 10 veces más de lo previsto en el proyecto inicial, e incluye la construcción de una piscina, un gallinero, un establo, un anfiteatro, el alcantarillado, un centro para visitantes y una clínica, entre otros elementos.
Zuma incluso argumentó que la piscina es en realidad una balsa de agua para evitar incendios en las casas con techo de paja, y que mientras no hay ningún fuego que apagar los niños de la aldea la pueden utilizar para nadar.
Algunas encuestas revelan que ha disminuido el apoyo público a menos del 50%, teniendo en cuenta que en los 20 años en el poder siempre ha dominado alrededor de dos tercios de los escaños del Parlamento.
Fuente: Aristegui Noticias
También te puede interesar:
Sé parte de la conversación