Para el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), el ecocidio cometido en el manglar Tajamar no representa un “daño ambiental”, sino un “impacto ambiental”.
Además, indicó que dicho impactó se realizó con base en autorizaciones proporcionadas por las autoridades competentes y que la zona del proyecto turístico no se encuentra protegida por la Convención Ramsar, razón por la cual el “desarrollo” de la zona continuará.
Manuel Mercado Bejar, director del área jurídica del organismo, justificó las obras frente a los medios, pero no dejó de contradecirse.
Primero insistió en que las modificaciones de uso de suelo, así como la urbanización y la venta de los lotes se llevaron a cabo principalmente durante la administración de Felipe Calderón. Luego planteó que las obras de desmonte y de chapeo resultan de actores privados, con autorizaciones que proporcionó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) durante el sexenio panista, por lo que cancelar estas obras ocasionaría demandas multimillonarias..
Y, tras desmarcar a la administración actual de las eventuales críticas, subrayó que el proyecto turístico tendrá “grandes beneficios económicos, sociales y ambientales” en la región.
Por otro lado, tras el daño ocasionado al manglar, de acuerdo con especialistas, éste podría regenerarse pero hasta dentro de 30 años y para lograrlo, se necesitaría iniciar la reforestación.
Fuente: Proceso
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