Las sospechas que se ciernen sobre Moreira no son nuevas.
Quien iniciara su carrera en la política en 1988 para la Secretaría de Educación Pública empezó a cobrar relevancia en tiempos de Zedillo, cuando en 1999 fue designado Secretario de Educación Pública del Estado de Coahuila, cargo que ocupó hasta 2002, cuando fue electo presidente municipal de Saltillo. Al finalizar su periodo en 2005 asumió la gubernatura de la entidad, luego de ganarle al panista Jorge Zermeño Infante con la cantidad más alta de votos registrada en la historia.
Como gobernador solía reclamarle a Felipe Calderón la militarización del país como parte de su “guerra contra el narco”. Además, aprovechó su influencia para ayudar a varios de sus compañeros de partido a ser gobernadores.
En diciembre de 2010, a un año de concluir su mandato, anunció que renunciaría a la gubernatura. Abandonó el estado con señalamientos por un nepotismo (todos sus hermanos estaban en actividades públicas) que alcanzaba su mayor expresión en la designación de su hermano Rubén como candidato a sucederlo.
Contra Humberto pesaba que durante su gestión ocurrió el desbordamiento de la violencia en la región lagunera, especialmente en Torreón, donde la confrontación entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas se materializaba en matanzas, tiroteos, atentados y secuestros que azotaban en especial a la comunidad empresarial.
Moreira se esforzaba por ganar popularidad local a base de políticas sociales y una red electoral que fundó en el sector educativo desde los noventa, cuando fue delegado del Instituto Nacional de Educación para los Adultos en la entidad y, luego, como titular de Educación.
Con sus operadores electorales desplegados contribuyó a las victorias electorales de estados en manos de partidos opositores al PRI, como San Luis Potosí y Zacatecas, o en riesgo de derrota, como Nuevo León y Durango. Finalmente llegó a la dirigencia nacional del PRI en marzo de 2011.
Como presidente del PRI consiguió apoyos estratégicos para Enrique Peña Nieto hasta hacerlo candidato y consiguió que su partido ganara Coahuila, Nayarit, el Estado de México y Michoacán.
Sin embargo, cayó en desgracia al revelarse que como mandatario de Coahuila no sólo favoreció a los suyos con posiciones estratégicas y dejó al crimen apoderarse de la entidad; además, contrajo de manera ilegal una deuda que ronda los 35 mil millones de pesos, obtenida gracias a documentos falsos.
La excusa de Moreira fue que, por sus posturas críticas como gobernador, el gobierno de Calderón le retenía participaciones y recursos aprobados para la entidad, además de enfrentar cerrazón al diálogo en el gabinete federal.
El 25 de junio de 2011, a una semana de celebrarse la elección de gobernador de Coahuila, Ernesto Cordero, entonces titular de Hacienda, acudió a Torreón para participar en un acto de campaña de Guillermo Anaya Llamas, el candidato panista, senador con licencia y compadre de Calderón, quien contendía contra Rubén Moreira.
Cordero aprovechó el acto para informar que la deuda de Coahuila ascendía a 33 mil millones de pesos, una cantidad casi cinco veces mayor que la admitida públicamente por el gobierno del estado hasta entonces.
A pesar de todo, Rubén Moreira ganó con amplio margen la elección, pero las consecuencias del escándalo llevaron a Humberto a enfrentar varios meses el golpeteo y, finalmente, su salida de la dirigencia nacional del PRI el 2 de diciembre de 2011, apenas dos semanas después de emitir la convocatoria que posibilitó a Peña Nieto ser candidato. Según él, se trataba de un linchamiento político en su contra.
“Presento mi renuncia como presidente del partido. La presento porque lo más importante que tenemos los priistas es nuestro instituto político. Porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido, que tantas oportunidades me ha dado.”
Peña Nieto había estado un día antes en Coahuila. El 1 de diciembre el ahora presidente acompañó a Rubén Moreira a su toma de posesión y al salir del acto dijo a los reporteros que la decisión de abandonar el PRI era exclusivamente de Humberto.
Por entonces se descubría que Javier Villarreal Hernández, miembro del círculo cercano de Rubén y titular de Finanzas y luego del Servicio de Administración Tributaria estatal durante la administración de Humberto, contrató un crédito por más de 3 mil millones de pesos con documentos falsos bajo la mirada impune del mandatario. Además la Procuraduría General de la República (PGR) documentó que invirtió alrededor de 4 mil millones de pesos a su nombre a través de fondos de inversión en bancos estadunidenses y europeos, lo que le permitió obtener intereses hasta por 20 millones de pesos y luego regresar el monto invertido a las arcas estatales.
El 30 de abril de 2014 la Corte de San Antonio anunció el procesamiento del empresario Rolando González-Treviño, acusado por mover fondos de cuentas del gobierno de Coahuila, de donde Moreira era gobernador. Este empresario alcanzó un pacto con la fiscalía estadounidense y se declaró culpable. En su confesión, el empresario señaló a Moreira como máximo responsable del saqueo público.
En enero de 2009, presuntamente se reunió en un club exclusivo de Texas con el magnate mexicano Rolando González Treviño y con uno de sus hermanos, a quienes quería proponerles un trato: adquirir un puñado de emisoras de radio con dinero robado del Estado.
La red del expresidente del PRI utilizó Estados Unidos para blanquear parte de los 246 millones de euros (3.000 millones de pesos) presuntamente robados en el estado mexicano de Coahuila. Así al menos lo refleja la confesión de uno de sus testaferros ante la Corte del Distrito de San Antonio, en Texas
En julio de 2015, después de ser liberado bajo fianza del empresario Rolando González Treviño, acusado de lavado de dinero, la Corte Federal de Estados Unidos presentó un documento en el que estaba escrito que Moreira compraba medios de comunicación para lavar dinero en el país fronterizo, en hechos ocurridos en el 2006. Según la documentación, eran siete los cómplices, y la cifra robada ascendía a un millón 846 mil 782 dólares, casi 3 mil millones de pesos.
Parte de los fondos, según la investigación abierta por EEUU, terminaron en cuentas abiertas en Bermudas por los colaboradores del mandatario mexicano.
Entonces el priísta hizo pública una carta en la que aseguraba que no existía ningún cargo en su contra y que eran declaraciones de reos que “dirían cualquier cosa con tal de obtener su libertad o algún beneficio en su condena”.
Con respecto del endeudamiento, en 2012 fue absuelto, pues la Procuraduría General de la República (PGR) no contaba con los cargos suficientes en su contra.
Poco después ya estaba lejos de la justicia. En diciembre de 2012. Moreira solicitó una beca al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para “estudiar un posgrado en el extranjero”, luego de que solicitó su reactivación como docente y se trasladó en 2013 a Barcelona para estudiar un Máster Internacional de Comunicación y Educación.
En España ha vivido con todos los lujos, según él, pagados “con sus ahorros” y su sueldo de maestro. Tan sólo por su chalet en Valldoreix, un exclusivo barrio de Sant Cugat -el segundo Municipio más rico de toda Cataluña- paga, mes con mes, 3 mil 500 euros (unos 55 mil 300 pesos), según información de la inmobiliaria AMAT disponible en el portal LaComunity.
Ahora, el juez Santiago Pedraz investiga a instancias de la Fiscalía Anticorrupción si parte de los fondos que fueron blanqueados en Estados Unidos junto a Treviño, detraídos de forma ilegal de la administración mexicana, fueron enviados después a España para entrar de nuevo en el curso legal y pagar los caprichos del ex-gobernador. La investigación partió tras una comunicación de Estados Unidos alertando que un dirigente mexicano podía estar blanqueando dinero en España.
Moreira será trasladado a la prisión de Soto del Real donde permanecerá mientras dure la investigación. Ha sido imputado por varios delitos, entre ellos el de blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, organización criminal y cohecho.
Con información de Proceso, Emmequis y El Español
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