El 3 de enero de 1914, Pancho Villa firmó un contrato de exclusividad por 25 mil dólares con la Mutual Film Corporation para la filmación de sus batallas, que serían parte de la película “La Vida del general Villa”.
Un siglo después, Joaquín “El Chapo” Guzmán intentó por su cuenta entrar a Hollywood para que se hiciera una película autobiográfica.
A varios de la meca del cine estadounidense les brillaron los ojos por el producto que podían vender, pero olvidaron una cosa: que “El Chapo” no es Villa.
Dicen que la historia o las historias no se repiten, pero muchas veces se parecen, y este podría ser el caso del capo. Tal vez el líder del cártel de Sinaloa quiso emular al general Villa
Los empresarios estadounidenses acordaron que Villa escenificara batallas cuando no se hubieran podido filmar las verdaderas, que nunca fueron espectaculares. El general aceptó ponerse un uniforme militar que había sido diseñado para que saliera a escena, y que sus tropas vistieran camisas filipinas para verse mejor en pantalla.
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