Los mexicanos dejaron de consumir en promedio hasta 4.2 litros (seis por ciento, en promedio) durante 2014, debido a la aplicación del impuesto especial a bebidas azucaradas.
Incluso, entre la población con un nivel económico más bajo, la reducción es de casi nueve por ciento, de acuerdo con datos de un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad de Carolina del Norte.
Dicho documento señala que el estrato medio disminuyó el consumo 5.6 por ciento, y el nivel económico alto, 5.5 por ciento.
Por el contrario, las bebidas que no están gravadas con este impuesto aumentaron su consumo en cuatro por ciento, principalmente el agua embotellada.
Esto también revela que la población está sustituyendo las bebidas azucaradas por bebidas saludables.
Fuente: Animal Político
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