¿Te atreverías a beber el agua que se escapa por el fondo de tu retrete cuando le jalas a la palanca?
Posiblemente piensas que es repugnante. Pero pronto no será una elección, sino una necesidad. De hecho, cada vez son más las ciudades que están incorporando aguas residuales recicladas a su suministro de agua potable.
Si una ciudad promedio reciclara todas sus aguas residuales, podría reducir su necesidad de agua en un 60%, afirma Peter Scales, ingeniero químico de la Universidad de Melbourne.
“ Podemos obtener agua en un estado extremadamente puro, más puro que la que encontramos en reservas y ríos”, asegura.
El agua que se obtiene reciclando aguas residuales puede ser más pura que la de los ríos, pero nuestros escrúpulos nos hacen rechazarla.
Fuente: Playground
Sé parte de la conversación