En un estudio reciente de la Universidad Cornell se buscó averiguar si la gente saludable cambia sus hábitos cuando come con alguien que tiene sobrepeso.
La prueba consistió en poner a una actriz disfrazada de obesa y reunieron a 82 estudiantes universitarios en un almuerzo donde sólo había pasta y ensalada. Los estudiantes fueron separados en cuatro grupos, cada uno en un escenario distinto con la mujer.
En un escenario, la actriz comió más ensalada que pasta. Luego hizo lo mismo pero sin el disfraz. Finalmente, repitió los dos escenarios, pero esta vez comiendo más pasta que ensalada.
Los resultados mostraron que cuando la mujer usaba el disfraz con sobrepeso, los comensales se servían porciones más grandes de pasta y ensalada. Cuando no lo tenía puesto, comían menos pasta y más ensalada, pero en general, consumían menos comida.
Ante la polémica del estudio, Mitsuru Shimizu, uno de los investigadores principales del estudio, aseguró que no tenía la intención de avergonzar a los obesos.
Fuente: Munchies Vice
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