Amnistía Internacional (AI) asegura que la tortura y otros malos tratos en México aún perduran y, lo peor, que agentes estatales encargados de hacer cumplir la ley y mantener la seguridad los utilizan de forma habitual para extraer “confesiones”, fabricar cargos y causar sufrimiento.
A través del informe titulado “Promesas en el papel, impunidad diaria: La epidemia de tortura en México continúa”, AI destaca que los médicos oficiales son fundamentales para detectar casos de tortura y otros malos tratos.
No obstante, a menudo no documentan adecuadamente estos actos, tanto físicos como psicológicos, tras el arresto de un detenido, lo que permite que queden en la impunidad.
De acuerdo con AI, pese a que el Dictamen Médico/Psicológico Especializado para casos de Posible Tortura y/o Maltrato que aplican los médicos y psicólogos de la Procuraduría General de la República (PGR) está basado en normas internacionales como el Protocolo de Estambul de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la práctica su aplicación sufre fuertes demoras y adolece de deficiencias.
Fuente: Proceso
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