Los campamentos para niños en Alemania están muy lejos de los que realizan en Estados Unidos. En estos novedosos lugares, los menores duermen en tiendas de campaña, montan a caballo, recogen bayas y se columpian en una cuerda sobre el agua.
Uno de los aspectos novedosos es que los pequeños tienen entre 2 y 6 años, es decir, están en edad preescolar, pero no van de campamento para estar vigilados y ni aprender el abecedario, sino para disfrutar del aire libre, aprender a vestirse, preparar comidas e ir a la cama sin sus padres.
Además, tienen tiempo para realizar distintas tareas como conocer el uso de cuchillos o palos para asar salchichas.
Los viajes, llamados Kitafahrten, tienen lugar una vez al año en muchos jardines de niños alemanes. Son un curso intensivo para independizarse con subsidios mínimos para la tierna edad de los participantes.
Fuente: The Wall Street Journal
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