Ejidatarios del municipio Tila en Chiapas, adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, acusaron al edil Édgar Leopoldo Gómez Gutiérrez de reactivar para su servicio al grupo paramilitar “Paz y Justicia”, con el objetivo de controlar a los habitantes de esa población chol.
A través de un comunicado, el presidente del comisariado y el consejo de vigilancia del ejido responsabilizaron a Mateo Rey, de la comunidad de Cruz Palenque; a Mateo Guzmán, de Agua Fría, y a Don Pascual, de El Limar, de incentivar las actividades del grupo armado.
A “Paz y Justicia” se le imputa, entre 1995 y 2000, la muerte o desaparición de 122 indígenas en el norte de Chiapas y el desplazamiento de más de cuatro mil indígenas choles y tzetzales en la región.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, aseguró que la acción del grupo paramilitar respondió a la guerra de baja intensidad del Ejército contra la insurgencia zapatista.
En noviembre de 1997, miembros de dicho grupo emboscaron a una caravana pastoral integrada por el entonces obispo de San Cristóbal de Las Casas, Samuel Ruiz García; el obispo coadjutor, Raúl Vera, dos catequistas y el mayordomo del santuario del Señor de Tila, Manuel Pérez. Ruiz García y Vera López resultaron ilesos, mientras los otros tres sufrieron lesiones.
Fuente: Aristegui Noticias
Sé parte de la conversación