A 15 meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayoptzinapa, sus padres regresaron a Iguala para reprochar que hasta el momento no tienen información concreta sobre el paradero de sus hijos.
Los jefes de familia se trasladaron hasta el periférico, en el punto en que se registró el ataque armado del 26 de septiembre de 2014.
Reprocharon a las autoridades del estado y la federación que todavía permanecen con las manos vacías, pues carecen de información concreta respecto a los jóvenes.
Además, colocaron una corona de flores en el monumento que se levantó en memoria de Julio César Mondragón, el alumno al que presuntos sicarios de Guerreros Unidos le arrancaron la piel del rostro.
Rezaron y posteriormente se trasladaron a la esquina del periférico con la avenida Juan N. Alvarez, en donde se registró la agresión que cobró la vida de dos alumnos más.
Fuente: Milenio
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