Debido al incremento en el precio de los alimentos y a la precariedad laboral, las familias mexicanas gastan más en despensa pero comen menos.
De acuerdo con el reporte “México: fábrica de pobres”, del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, el salario mínimo general de las y los trabajadores es de 67.29 pesos, sin embargo el ingreso que requiere una familia para adquirir sólo los nutrientes de la canasta alimenticia recomendable (CAR) tendría que ser de 184.96 pesos por día; por tanto, habría que aumentar 117.67 pesos al salario mínimo diario.
Las y los trabajadores que no logran comprar los alimentos que integran la CAR son 10 millones 349 mil 177, quienes no rebasan un ingreso de dos salarios mínimos. Con base en esto, el porcentaje del CAR que se puede adquirir con el salario mínimo es de 36.38.
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