MÉXICO, D.F. (Proceso).- En abril pasado y entre verdades a medias o la plena opacidad, el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 (PNI) presentó como proyectos de gobierno cuantiosas inversiones privadas, anunció obras que en realidad estaban condicionadas a las leyes complementarias en materia de telecomunicaciones y energía que todavía no se aprobaban, y presumió como “inversión” hasta los fondos de ahorro para vivienda de los trabajadores.
El resultado: un ambicioso plan de infraestructura por 7.7 billones de pesos para 743 proyectos a desarrollar en comunicaciones y transportes; desarrollo urbano, territorial y agrario; hidráulicos, de salud y turismo, y de energía en sus sectores eléctrico y petrolero.
Pero resulta que al menos la tercera parte de los recursos anunciados para el PNI no son del gobierno. Además, en lo que va de la administración los grandes contratos de obra que sí comprometen recursos públicos muestran otra variable: la mayoría están siendo asignados a empresas trasnacionales.
El 28 de abril el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, presentaron el plan de este sexenio. Como oradores fungieron también los titulares de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza; Energía, Pedro Joaquín Coldwell; Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín; Turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas, y Salud, Mercedes Juan López.
“Estamos cambiando el rostro de México y construyendo juntos, literalmente, un mejor futuro para todos”, dijo Peña Nieto ese día y luego agregó: “Ya hemos iniciado una nueva era en la construcción de grandes obras y el desarrollo de proyectos estratégicos en toda la geografía nacional”.
Para difundir y –según Videgaray– transparentar el PNI, se abrió la página de internet www.pni.gob.mx, donde es posible consultar los proyectos, información relacionada con el plan y descargar una hoja de cálculo con la descripción de cada uno. Sin embargo, en la mayoría de los casos no establece cuáles serán inversiones privadas, público-privadas o sólo públicas, ni las condiciones de ejecución y operación una vez que sean concluidas.
Para seguir leyendo, aquí: Proceso.com.mx
Sé parte de la conversación