(12 de noviembre, 2014).- Desde que el pasado 26 de septiembre los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa fueron plagiados por elementos de la policía de Iguala, Guerrero, para después ser entregado a integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos supuestamente, las autoridades responsables de las investigaciones no los han podido localizar, como si lo han hecho con varias fosas clandestinas repletas de decenas de cuerpos.
Luego de que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) informara mediante un comunicado que con base en análisis practicados a 24 restos hallados en dichas fosas ilícitas, que ninguno corresponde a los normalistas desparecidos, las versiones de la Procuraduría General de la República (PGR), que atrajo el caso desde el 5 de octubre, pierden fuerza.
Antes de que la dependencia liderada por Jesús Murillo Karam se hiciera cargo de las investigaciones, la Procuraduría estatal informó el 4 de octubre el hallazgo de seis fosas clandestinas en la zonas conocidas como Pueblo Viejo y Loma de Coyote, en el municipio de Iguala, a aproximadamente media hora de camino de donde se produjo el ataque a los estudiantes, con 28 cadáveres dentro.
Para el 10 de octubre, Murillo Karam notificó que tras la captura de 4 sujetos involucrados en el crimen, dieron con otras cuatro fosas clandestinas, igualmente en ese municipio guerrerense. Hasta ese momento, se contabilizaban nueve fosas donde presuntamente se habrían matado a 17 jóvenes.
El día 14 del mismo mes, el titular de la PGR comunicó que los 28 cuerpos en las primeras fosas no eran de los normalistas.
Tres días después, es decir el 17 de octubre, tras la detención de Sidronio Casarrubias Salgado, ubicado como líder de Guerreros Unidos, las cifras de la PGR fueron actualizadas, pues no sólo llevaban 36 detenidos entre policías de Iguala y Cocula, más 17 supuestos integrantes del crimen organizado, sino que se habían hallado tres fosas más en Iguala.
Hoy, a más de un mes de desaparecidos los estudiantes, las dudas de los padres y los informes de los peritos de Argentina, no sólo surgen dudas del verdadero paradero de los jóvenes y la capacidad de la PGR, sino que se vuelve a encender el cuestionamiento sobre a quiénes pertenecen todos los restos encontrados en las fosas clandestinas.
Fuente: Revolución 3.0
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