Días después del evento, todos los miembros de la familia comenzaron a mostrar síntomas
Pese a la pandemia, decidieron realizar la fiesta pues creían que ninguno estaba contagiado
En Sao Paolo, Brasil, una fiesta de cumpleaños terminó en tragedia luego de que 14 miembros de una familia se enfermaron de covid-19 y tres de ellos murieron semanas después.
La organizadora de la fiesta, Vera Lucía Pereira, quien cumplía 59 años de edad, relató que a pesar del avance de la pandemia en la ciudad, la familia decidió no cancelar la reunión.
El evento fue el pasado 13 de marzo, justo el día que se confirmaron 98 casos de coronavirus en el país, de los cuales 58 se encontraban en Sao Paulo, según el Ministerio de Salud.
A la reunión acudieron 28 invitados, todos ellos eran parientes cercanos.
Sin embargo, días después al evento, todos los miembros de la familia comenzaron a mostrar síntomas asociados al covid-19 como tos, fiebre y dificultad para respirar.
La semana pasada, tres miembros de la familia perdieron la vida. Una prueba hecha a una de las víctimas de 60 años de edad dio positivo a Covid-19.
“Ahora estamos seguros de que fue realmente el virus el que causó la muerte de mi madre… Es una gran tristeza. Esto solo muestra cuán agresiva es esta enfermedad, porque a pesar de que tuvo acceso al hospital y a respiradores mecánicos, no pudieron salvarla”, declaró a la BBC, Rafaela Hanae, de 33 años, hija de la víctima.
Por ahora, la familia espera los resultados de los otros fallecidos, pero aseguran que será solo para confirmar lo que ya saben.
Al respecto Maria do Carmo Vieira, de 58 años, hermana de Pereira, relata que su cumpleaños fue el momento en el que ella y sus seis hermanos aprovecharon para reunirse, sin imaginar que el festejo terminaría en tragedia.
Al principio, todos los miembros de la familia no creían que pudieran tener coronavirus. Sin embargo, una semana después empezaron a considerar la posibilidad de haberse infectado, al ver que algunos de ellos mostraron síntomas de la enfermedad.
La segunda víctima fue Clóvis de 62 años de edad, quien empezó con tos, dolor de cabeza, fiebre y perdió el sentido del olfato, tres días después de la reunión. Murió a causa de un paro cardíaco.
Aunque el hombre acudió al hospital, su estado de salud se agravó, pero los médicos le recetaron algunos medicamentos y lo mandaron a casa.
La última víctima mortal de esta reunión fue Paulo, el esposo de la festejada. A pesar de contar con buena salud, su estado empeoró mucho y fue llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde murió a causa de un paro cardiopulmonar.
“Todo fue muy horrible. Éramos siete hermanos muy cercanos. Nos queríamos mucho. La vida de la familia se convirtió en una pesadilla. He vivido a base de tranquilizantes. Todavía me pregunto si todo esto fue real. Seguí de cerca el sufrimiento de mis hermanos, especialmente de mi hermana, y no quiero eso para nadie “, relató Maria do Carmo Vieira.
Los funerales de cada una de las víctimas se celebraron por separado, en los días posteriores, y se reunieron un máximo de 10 personas.
Los sobrevivientes de la fiesta permanecen aislados.
Tras la tragedia, la familia pide a las personas se muestren responsables para evitar el contagio y que no salgan a la calle por razones innecesarias.
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