“El GMS está oculto en diversas fuentes, entre ellas: sabores naturales, especias, proteínas hidrolizadas, caldos o proteína aislada de soja”, afirma el quiropráctico Chad Laurence.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos, diversos estudios han demostrado que las inyecciones de glutamato en ratones de laboratorio han provocado daño en las células nerviosas del cerebro, asociadas con patologías como la enfermedad de Huntington o el alzhéimer.
Una ingesta excesiva de estos alimentos puede provocar además dolores de cabeza, fatiga, desorientación, obesidad y depresión.
Fuente: Muy Interesante
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